Celebramos el “Día del Pelo Loco”, una fiesta de la #creatividad y la locura que comenzó a darse en algunas escuelas de Estados Unidos, y en la que los niños/as pueden llevar su cabello de la manera más extraña posible. Gel, spray de colores, cabezas con diez coletas, extensiones, rulos, lacas, formas locas hechas con gomina, felpas, accesorios, pelucas, e incluso juguetes recreando los peinados más imposibles que se puedan imaginar.
Dotamos la actividad que un claro «tinte» pedagógico. Para ello hacemos uso de una de nuestras herramientas preferidas a la hora de trabajar con los peques: el juego simbólico. Con ello experimentaremos, manipularemos, pensaremos, escribiremos, sumaremos, y recrearemos roles.
Durante unos días trabajamos duro para construir nuestra propia peluquería, hacer un inventario con las cosas que nos hacen falta (secador, peines, geles, coleteros, etc.) crear las listas de precios, escribir los distintos servicios que va a ofrecer nuestra empresa, inventar ofertas y descuentos, diseñar una revista con diferentes peinados de muestra…
¡Y llego el gran día!
Exponemos las «obras de arte» en nuestras propias cabezas y disfrutamos de una experiencia única adornando las cabezas de los clientes que han decidido dejarse caer por aquí.
Aprender que trabajar y vivir necesita una base fundamental: disfrutar de cada cosa que hagamos.
Gracias a nuestros padres y madres por su absoluta implicación.