El control de esfínteres es un tema que quita el sueño a muchas familias. Deseamos que nuestros hijos cumplan los plazos establecidos y calculamos el tiempo como si todo dependiera de un calendario programado. Pero esto no es así, cada niño evoluciona de manera diferente y no debemos caer en la tentación de querer que nuestros hijos sean sacados de un molde. Dejemos que el proceso madurativo cumpla su función.
De este proceso madurativo dependen los primeros pasos, el momento de comer sólidos… y por supuesto el momento en el que el niño nos grita: Mamá… quítame el pañal.
Qué pasa con la vejiga de nuestros hijos???
Todos sabemos que cuando la vejiga se llena de orina, unos receptores localizados en la misma, envían señales al cerebro, para que los esfínteres se relajen y la orina pueda salir. Lo que tenemos que esperar es que esta relajación del esfínter se produzca no de manera automática, como ocurre en nuestro pequeño, sino de manera voluntaria.
La maduración de los centros nerviosos comienza entre los 18 meses y los tres años, con lo que entre los 2 a los 4 años la mayor parte de los niños pueden controlar perfectamente el esfínter.
Debemos evitar el error de obligar al niño a que este momento llegue… no sirve que nos enfademos, le gritemos o le obliguemos a sentarse en el orinal una y otra vez mientras el niño llora desconsolado… no convirtamos los aprendizajes en un momento traumático. En estas edades… todo se adquiere a través del juego y siempre depende de un proceso madurativo que, por supuesto, debemos observar pacientemente.
El mejor momento
La llegada del buen tiempo es el momento en el que los padres aprovechan para la retirada del pañal, perseguimos a nuestros hijos preguntando una y otra vez si quieren hacer pis, los mantenemos desnudos para facilitarles el gran momento…. No !!!!!!
Esta persecución incansable tocando la ropa de nuestros hijos para ver si se han mojado tiene que acabar.
Si quieres quitar el pañal a tu hijo, no esperes a la llegada del buen tiempo y NO TENGAS PRISA, él te dirá cuando está preparado para usar el orinal
Algunos consejos:
- Consigue un orinal de colores, divertido y original que llame su atención un coche en el que se siente a jugar, una silla, un animal… convirtamos este momento en un juego que llame su atención y no en un momento en el que su único pensamiento es que se va a colar por aquel aparato que desconoce.
- Permitamos que nos vea a nosotros con naturalidad, que comience a saber qué estamos haciendo en el momento en el que nos sentamos en el baño, expliquemos que estamos haciendo pipi y preguntemos si él quiere hacer los mismos en el suyo.
- Empecemos a observar las señales que nos transmiten y que nos van a permitir saber si en esos momentos necesita ir al baño.
- Utiliza láminas con las diferentes situaciones que se pueden dar en el cuarto de baño… lavarse los dientes, las manos, un niño sentado haciendo pipi… hará que se vaya familiarizando con esa imagen.
- Coordínate con el centro infantil al que acuda, es fundamental que ambos trabajen de manera sincronizada.
Y ten paciencia…. Cualquier día te sorprende con un ¡mamá… quítame el pañal!